No se entiende el Método de la Educación del Talento sin la existencia de la clase de grupo. La sociabilidad es una de las características principales de los seres humanos, por lo que la enseñanza musical no debe dejar este aspecto al margen. En entradas anteriores te contamos del método y sus objetivos, ahora hablaremos de mas.
Actividades
Las actividades se deben planificar atendiendo a las necesidades de los alumnos y a los objetivos propuestos. Entre dichas actividades se encuentran:
- Actividades de refuerzo, repaso y ampliación.
- Práctica de piezas trabajadas en la clase individual.
- Práctica de solos, con acompañamiento de piano y alternando con “tutti”.
- Repertorio propio de la clase colectiva.
- Actividades para el trabajo de la memoria.
- Actividades de identificación (sonidos, melodías, piezas, etc.)
- Actividades de improvisación.
Metodología en clase de grupo
La principal característica que debe tener la clase de grupo es su aspecto lúdico. No olvidemos que la motivación es el factor más importante para que los niños y los padres se sientan atraídos por el estudio del instrumento, más si cabe en el violín, por su especial dificultad en el comienzo. Los niños tienen que divertirse en clase, viendo también de esta forma una recompensa al trabajo diario que han de realizar.
El dinamismo es otra característica fundamental de las clases de grupo. Los niños tienen que cambiar de actividad muy a menudo, pues su capacidad de atención y concentración es reducida. El profesor tiene que estar muy activo en todo momento.
Para contribuir al dinamismo de la clase, también es muy importante el movimiento. El profesor ha de moverse continuamente para atraer la atención de los alumnos. Asimismo debe hacer que éstos se muevan, pues la posición estática continuada les resulta cansada y aburrida.
Los padres son uno de los pilares fundamentales para este Método. La clase de grupo es el lugar ideal para que participen activamente. El profesor les debe invitar a que canten, hagan los ritmos, participen en los juegos, etc.
El profesor tendrá que tener a la vista siempre a todos los alumnos, por lo que es importante su posición en la clase, así como la colocación de los alumnos.
La corrección técnica no es el principal objetivo de las clases de grupo, pero el profesor, con ayuda de los padres si es necesario, debe asegurarse de que los alumnos ejecuten los ejercicios (escalas, piezas, movimientos de arco, posición corporal, etc.) de la mejor manera posible. Todo lo que se hace hemos de intentar que se realice con la máxima calidad técnica y musical.
Los alumnos se pueden agrupar por niveles o mezclar diferentes niveles. Las dos maneras son válidas y cada una de ellas tiene aspectos positivos. La primera facilita la labor del profesor, puesto que todos los alumnos pueden realizar las mismas actividades. Los alumnos se sienten en igualdad de condiciones y se puede favorecer la motivación tanto de los que avanzan más rápido, como de los que tienen un ritmo de aprendizaje más lento. La segunda puede ser también muy motivadora para los alumnos de niveles más bajos, puesto que ven en los más mayores una referencia, lo que les hará esforzarse más. Los alumnos mayores pueden de esta manera participar como “pequeños profesores”, ayudando los más pequeños. Esto, además, les reforzará sus propios aprendizajes.
La enseñanza del violín y de cualquier instrumento, tanto en edades tempranas como en niveles superiores debe contar siempre con la clase de grupo. Su contribución a la motivación del niño, el desarrollo de su sensibilidad musical, de su sociabilidad, de su espíritu de cooperación, etc., la hacen imprescindible.